Existen muchas variantes de trabajos donde sus ejecutores no descansan, sin embargo pocos hay que pueden permitirse el lujo de tener jornadas donde dormir queda aplazado para otro momento con tal de obtener una exclusiva.
Así pues, algunos fotógrafos en la capital tienen que pasarse noches en vela en pos de esa fotografía que les permita "salvar" el mes, obteniendo imágenes muy apreciadas por las revistas de prensa rosa.
Sin embargo, una vez conseguidas esas fotos, el fotografo puede irse tranquilamente a descansar mientras el resto de la ciudad trabaja, habiendo cumplido su objetivo y entregado en redacción lo conseguido.